Música para levantar muertos – Capítulo XIII

«No lo vio llegar, pero sintió el peso de una mirada conocida. Catalino colocaba una botella de aguardiente con seis tinteros en una bandeja ajedrezada. Volteó la cabeza y lo vio allí, masticando como una cabra, despacio, moviendo mecánicamente su mandíbula sin dientes».

Música para levantar muertos – Capítulo XI

«La modernidad no la incomodaba ni le traía alegría. Vivía aferrada a lo suyo que era lo viejo. Usando hasta las últimas lo que ya poseía, reavivando todo continuamente como al viejo rescoldo de fuego pasado que aún se conserva ardiendo sutilmente en las cenizas de su fogón».