La horca y los zapatos del músico

Al acabar la segunda pieza musical el de la guitarra quiso tocar un solo de su instrumento para homenajear al muerto, se acercó al cajón y se quedó en el breve lapso de un minuto paralizado. Agitó su instrumento sobre la cabeza: Compadre Juan que hace usted metido en ese cajón muerto de la risa… Salga de ahí carajo… Vamos para un matrimonio lo necesitamos para que cante y baile… Vamos compadre…

Sopa maromera para Fifí

Los ladridos de Fifí se unen al duelo de la difunta, abalanzándose sobre el cajón, al percibir que ella está ahí, la única que le daba pedazos de pan untados de café. El perro desparrama las flores y tumba dos cirios, uno de los cuales le cae encima al único enano de la compañía. La gente ríe y aplaude, al fin y al cabo es un circo.